Desescolarizar nuestras mentes
Cada padre y cada madre tenemos un grado de “escolarización mental” diferente, por tanto, el proceso de desescolarizarnos tanto física como mentalmente dependerá de cada persona.
Lo interesante sería darnos cuenta de nuestros verdaderos miedos: que sepa leer, escribir, sumar, las tablas… e intentar no transmitírselos ni proyectarlos a nuestros hijos.