Conocernos y comprendernos mejor es vital para poder llevar una vida activa, productiva y feliz. Estar en paz con nosotros mismos y poder relacionarnos con los demás de una forma amorosa y pacifica es el propósito y sueño de muchos. La influencia de todo lo vivido nos ha traído hasta aquí y ahora. Lo importante no es qué nos ocurrió o qué nos hicieron sino qué hacemos “ahora” nosotros con todo lo ocurrido y con todo lo que vivenciamos. El cambio siempre es posible. Todo lo que te propongas es posible una vez tomes conciencia de qué es lo que te está imposibilitando dicho cambio. Nuestras creencias limitantes, nuestros pensamientos, nuestros juicios y sobre todo la influencia de nuestra propia infancia nos obstaculiza, muchas veces, el camino hacia la vida que realmente queremos vivir. Lo que suele salir de nosotros mismos no es lo que realmente tenemos dentro sino lo que CREEMOS que tenemos dentro. Llegar a nuestro ser esencial no es fácil pero si es posible entrando en contacto con nuestro verdadero ser. Acercarnos a las vivencias reales de los niños que fuimos nos ayudará a liberarnos de muchos mecanismos de defensa que seguimos usando y nos permitirá conectar más y mejor con nuestros hijos, pareja y demás niños y personas. Cambiar siempre es posible, incluso más de una vez.