La “mala” gestión emocional se va pasando de generación en generación a menos que alguien (un padre o una madre) tome verdadera conciencia y empiece a hacer algo para cortar esta cadena transgeneracional.
La verdad es que si yo hubiese tenido la madre y padre que necesitaba hoy no estaría aquí criando y educando a mis 3 hijos del modo que lo hacemos, ni tendría en mi interior esta llamada que me impulsa a compartir mi sentir, mi experiencia, mi propio proceso de superación personal y toda mi experiencia profesional. .
PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO (no exagero, es verdad, en una sola generación) SIMPLEMENTE AMANDO HOY INCONDICIONALMENTE A NUESTROS HIJOS (liberaríamos a toda la humanidad).
Quizás tengas la sensación de que en tu infancia no hubo casi violencia y que no tuviste que reprimir emociones… No obstante, te pregunto. ¿Sueles perder el control con tus hijos? ¿Gritas o te enfadas con facilidad? ¿Eres insegura y te cuesta tomar decisiones?…
Las raíces del enfado siempre suelen ser la tristeza, las heridas pasadas, el miedo, la necesidad de aprobación, el sentimiento de soledad y vacío emocional. En definitiva, necesidades emocionales no satisfechas. Si el enfado no está o no estuviera dentro de nosotros no podría salir.
Todas las emociones infantiles reprimidas de rabia, frustración, enfado, impotencia, se nos actualizaran siendo adultas cuando una vivencia actual nos haga sentir una emoción muy parecida a alguna de las que tuvimos que reprimir.
Os confieso que en ocasiones necesito NO estar con mis hijos para poder estar CON ellos cómo verdaderamente deseo y realmente necesitan.
Mamá, cuando papá no sea respetuoso conmigo o no me trate con amabilidad o sea controlador… Por favor, no discutas con él y le critiques y le juzgues o te quejes de como es. Mamá, lo que yo necesito es que me des VOZ a mi y no tanto que discutas con todas … Leer más
Mamá, los niños y los jóvenes mentimos principalmente por dos motivos: 1- Para obtener aquello que tanto necesitamos… 2- Para evitar aquello que tanto tememos… Mamá, quizás necesitas que me explique mejor. Si te digo que no me he comido el pescado o la carne en el cole, tu te enfadarás conmigo, o me … Leer más
Una de las cosas que más echo de menos de cuando nuestros hijos eran pequeños, es esos largos años de lactancia y colecho (cuando dormíamos todos juntos).
Nosotros hemos dormido los 5 juntos durante casi 11 años. Con el tiempo Ainara quiso su propia habitación y luego Urtzi también.
