PEDIDOS DESPLAZADOS A NUESTRA PAREJA… 

Si de niños no recibimos lo que legítimamente necesitábamos porque tuvimos que dar y complacer, de adultos que tocaría dar vamos a seguir necesitando pedir.

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Solemos pedir desplazadamente, al igual que hacen los niños cuando no les podemos dar lo que genuinamente están necesitando: nuestra presencia, nuestra mirada o nuestra valoración… Nos piden comida, tele, dulces o cosas materiales… cuando en realidad necesitan vínculo y conexión. Ya no recuerdan qué era eso que necesitaban y acaban pidiendo aquello que saben que sí les daremos. Nosotros hicimos lo mismo siendo niños y seguimos haciéndolo con nuestras parejas.

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De adultos también pedimos desplazadamente a nuestras parejas para llenar ese vacío primario. Pedimos favores, que hagan tareas domésticas, regalos, la compra, arreglos en la casa o que nos ayuden en la crianza. Cualquier cosa que nos haga sentir tenidas en cuenta.

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Nuestra verdadera necesidad es de mirada, atención, escucha, apoyo emocional, en definitiva, de amor… Al no tenerlo ni recibirlo, pedimos desplazadamente. Cuando nuestra pareja no nos puede ver ni sentir, emocionalmente hablando, por su propia inmadurez emocional, es cuando más conectamos con nuestro vacío y nuestra soledad. Otra vez nos dejan solas o solos emocionalmente.

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Necesitamos AMOR pero pedimos que “nos” laven los platos pensando que si lo hacen nos aman. Si no “nos” lavan los platos nos sentiremos fatal pensando que no nos aman, no porque los platos estén sucios sino porque no nos sentiremos tenidas en cuenta ni valoradas y volveremos a la creencia de: NO VALGO NI IMPORTO… Desplazamos nuestras necesidades genuinas de afecto, vínculo y conexión en tareas, regalos o salidas… No son regalos, ni cenas, ni ayuda lo que verdaderamente necesitamos o anhelamos sino simplemente sentirnos AMADAS. Cuando no podemos ser amadas incondicionalmente, nos conformaremos con pedir desplazadamente.

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Si el pedido desplazado no es satisfecho ni tenido en cuenta por nuestra pareja, volveremos a conectar con nuestro vacío y carencia emocional. Si el pedido es satisfecho nos sorprenderá que nos sintamos igualmente solas y necesitadas.

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Es vital darnos cuenta de cuándo estamos pidiendo y necesitando desde la adulta y cuando estamos pidiendo desde la niña herida.

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NOTA: EXTRACTO DEL MÓDULO 6 (La relación de pareja) DE MI CURSO ONLINE SANAR LA HERIDA PRIMARIA (SHP)