NOS SALE ANTES GRITAR QUE AYUDAR, SOSTENER Y ACOMPAÑAR…
¿Te has preguntado alguna vez porqué nos sale de una forma natural y espontánea gritar, castigar, amenazar y rechazar a un niño cuando hace algo que no nos gusta o que no es correcto socialmente?
¿Te has preguntado porqué no nos nace de una forma natural hablarle, ayudarle, explicarle, validarle y buscar el origen de su malestar?
Lamentablemente actuamos así con los niños porque así es como actuaron con nosotros de niños y así es como aun se trata a los niños en muchos hogares, escuelas y demás lugares. Un cambio de mirada es urgente. Te invito a que tu también seas un modelo a inspirar. Necesitamos más adultos comprometidos y dispuestos a tratar a los niños con el mismo respeto, cariño, amabilidad y amor que los adultos necesitamos. A los adultos no nos gustaría que nuestras parejas, amigos o jefes nos castiguen y amenacen cada vez que nos equivocamos o no actuamos como ellos desean. Si un marido castigará a su mujer por no hacer lo que él espera de ella, lo llamaríamos maltrato, abuso o violencia de genero. Si castigamos a los niños lo llamamos educar. No tiene sentido, ¿verdad?
Así no tenemos que responsabilizarnos de nada y podemos seguir pensando que todo es culpa del niño. Una necesidad infantil no satisfecha no desaparece por mucho que nosotros queramos ignorarla, negarla o no podamos satisfacerla, ni queramos verla, ni podamos aceptarla. Esa necesidad seguirá allí y el niño sentirá malestar.
No puede evitar sentirlo, aunque le castiguemos seguirá siendo ese vacío y además se sentirá desesperadamente solo, impotente e incomprendido. Cuando nos sentimos bien nos comportamos bien, cuando nos sentimos mal nos comportamos mal (los adultos también perdemos la paciencia, gritamos o nos molestamos cuando tenemos alguna necesidad no satisfecha o nos sentimos mal).
No obstante, no es responsabilidad de los niños tener que satisfacer nuestras necesidades, sino que los niños necesitan de un adulto para satisfacer las suyas. De niños estamos en la etapa de recibir y de adultos estamos en la etapa de dar. Cuando estos roles se invierten es cuando empiezan muchos de nuestros problemas emocionales. Llegamos a la vida adulta esperando recibir todo aquello que nos faltó. Estamos más pendientes de ver qué tiene el otro para nosotros que ver qué tenemos nosotros para ofrecer al otro. Nosotros deberíamos encontrar la forma de poder satisfacer nuestras propias necesidades a la vez que ayudamos a los niños a satisfacer las suyas. Anteponer siempre las necesidades del adulto es abuso emocional hacia el niño. Un niño no puede satisfacer sus necesidades él solo, nos necesita. Nosotros no deberíamos necesitar al niño para satisfacer las nuestras.
Si intentamos comprender lo que el niño siente, si intentamos hacer que se sienta mejor y más feliz, su comportamiento cambiará y será mejor como efecto secundario y le estaremos dando un mejor modelo:
“Cuando tengo malestar, alguien me ayuda”.
Podemos ayudarle en vez de juzgarle, criticarle, enfadarnos y quejarnos. Dejará de tener la necesidad de seguir haciendo eso que nos molestaba. Tendríamos que dejar de hacerles tantas cosas “a” los niños y hacer más cosas “con” ellos. Los castigos solamente nos enseñan el uso del poder.
Deseas hacer cambios en tu forma de relacionarte con tus hijos? Necesitas dejar de tener tantas reacciones emocionales automáticas contra ellos. Ha llegado el momento de tomar una decisión y de ponerte en acción.
Ya son centenares las madres, padres y profesionales que se han formado profesionalmente conmigo en Crianza Consciente y Educación Emocional (CCEE):
INFÓRMATE E INSCRÍBETE tu también HOY MISMO y empieza a cambiar, mejorar y transformar vuestra relación:
Si lo que necesitas es Sanar tu Herida Primaria de infancia (SHP): Mi curso online SHP te ayudará a comprender qué te pasó para poder entender mejor qué te pasa hoy y poder empezar a cambiar, transformar y sanar tu vida y la relación con tus hijos y tu pareja.
INFÓRMETE E INSCRÍBETE HOY MISMO, este curso ha cambiado la vida de muchas madres y sus familias:
AQUÍ TE COMPARTO ALGUNOS TESTIMONIOS: CLICK AQUÍ
6 comentarios en “¿Por qué nos sale de forma automática gritar, castigar o amenazar?”
Lloré con sólo leer éste post tuyo Yvonne. Me sentí identificada como madre y como hija q fui.
Ya empece a pedir ayuda para mi y mis hijos.
Pamela, entiendo tu sentir. Estaré encantada de ayudarte también si lo deseas.
Un gran abrazo bonita.
Yo soy madre soltera y grito bastante. Me siento mal siempre después de hacerlo. A veces creo que que si no grito, no hacen caso. Están esperando ese momento antes de reaccionar. Y pasé todo lo que puedas imaginarte de niña, pero jamás pensé que tendría algo que ver. Tengo que trabajar mucho con esto. Empezaré hoy mismo. Necesito cambiar. Saludos.
Mi temor ahora mismo es que no pueda corregir las consecuencias. Aunque en general, son muy buenos chicos. Pero no sé lo que es en sus cabecita estén pasando. Ese es mi temor. Que por dentro no sean como se ven por fuera y de mayor lo pasen mal por mi culpa. Gracias por tus consejos.
Olga, es vital que nombres la verdad y sobre todo que les expliques lo que ahora sabes y ves que antes no.
Te abrazo.
Hola Olga, me alegra saber que seas cambiar y mejorar como madre y como persona. Te mando un fuerte abrazo.