¿CÓMO PODEMOS SANAR SI NO HAY RECUERDOS CLAROS DE NUESTRA INFANCIA?
Si nuestra vivencia INFANTIL y JUVENIL hubiese sido nombrada desde NUESTRO punto de vista y desde nuestro sentir, no habría vacío ni herida primaria. No obstante, al ser nombrada y sentida desde la vivencia del adulto, de mamá, entonces sí quedará herida y habrá vacío. Necesitamos de un testigo que nombre nuestra verdad.