¿Por qué necesitamos controlar tanto a los niños?

Necesitamos controlar a los niños para no descontrolarnos emocionalmente nosotros, los adultos. Cuando no podemos controlar nuestras propias emociones es cuando necesitamos ejercer más poder y control sobre las actitudes y emociones de los demás, especialmente de los niños.

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Necesitamos controlar a los niños para no descontrolarnos emocionalmente nosotros, los adultos. Cuando no podemos controlar nuestras propias emociones es cuando necesitamos ejercer más poder y control sobre las actitudes y emociones de los demás, especialmente de los niños.

Algunas reflexiones:

  • Les exigimos que se calmen y se callen para que nosotros podamos recuperar nuestra calma y nuestra paz interior.
  • Cuando les exigimos obediencia ciega y no hay cabida para dos necesidades ni dos deseos, sino que sólo hay cabida para uno: el deseo del adulto, eso es: abuso emocional.
  • Un niño debe desconectarse de su ser esencial para poder adaptarse y convertirse en quien nosotros pretendemos que sea.
  • Cuando un niño no puede obedecernos, quizás, el problema no esté en él, sino en qué le estamos pidiendo o el cómo se lo pedimos.
  • Cuando no hay vínculo, ni presencia, ni intimidad, ni conexión emocional, ni comunicación, ni validamos, ni nombramos, ni pasamos suficiente tiempo con ellos, es cuando más necesitaremos ejercer el poder y el control sobre los niños.
  • Controlamos el ambiente y a los niños para no tener que responsabilizarnos de eso que no podemos darles.

Veamos ahora algunos ejemplos de cómo solemos controlar a los niños:

  • Controlamos sus cuerpos: No les dejamos mover en libertad. Algunos niños deben permanecer sentados o quietos más horas de las que su cuerpo puede soportar. No tenemos en cuenta su necesidad motriz ni la satisfacemos.
  • Controlamos sus emociones, no les permitimos expresar su frustración, su impotencia, su rabia, su odio ni su enfado. Algunos no se les permite llorar. No aprendimos a acompañar con presencia, calma y amor.
  • Controlamos sus ritmos de hambre y saciedad: Muchos niños son forzados a comer sin hambre y otros con hambre deben esperar a que sea la hora. Algunos son forzados a comer ingredientes que no les gustan.
  • Controlamos su sueño, pocos niños pueden dormirse cuando verdaderamente tienen sueño y despertarse cuando ya no lo tienen. Deben dormirse a una hora concreta y se les suele despertar.
  • Controlamos sus esfínteres, pocos adultos esperamos a que estén realmente preparados para sacarles los pañales. Decidimos nosotros cuando es el mejor momento y no ellos. Sólo un niño sabe cuando su cuerpo está preparado y maduro para poder controlar sus propios esfinteres. Cada niño tiene su propio ritmo.
  • Controlamos su carácter, pretendemos que sean menos timidos o más extrovertidos o menos habladores. Nos cuesta aceptarlos tal y cómo han venido a ser. Pensamos que necesitan ser dirigidos o corregidos.
  • Controlamos su aprendizaje, decidimos qué deben aprender, cuándo, cómo y a qué ritmo. Muy pocos niños pueden disfrutar aprendiendo aquello que verdaderamente les interesa o les apasiona. Deben anestesiar sus gustos, sus pasiones, sus opiniones y sus deseos. De tanto postergarlos se acaban olvidando de ellos. Muchos trastornos de aprendizaje son debido a que les forzamos a hacer conexiones neuronales antes de que estén neurológicamente preparados. Les robamos la motivación intrínseca, la curiosidad e incluso la creatividad con la que nacieron.
  • Controlamos sus decisiones, pensamos que sabemos mejor qué les conviene. Muchos no pueden elegir ni la ropa que prefieren ponerse o el peinado que les gusta más o qué les gustaría hacer con su tiempo libro o el fin  de semana.
  • Controlamos sus momentos de juego. Algunos niños no pueden jugar libre ni espontáneamente. Sus horas de juego se ven muy reducidas y controladas.

Más reflexiones:

  • Cuando controlamos a los niños, no nos involucramos ni nos relacionamos con ellos, simplemente no hay relación. Sólo hay el uso del poder sobre el otro: los sometemos.
  • Un niño que ha sido controlado y poco satisfecho siendo niño no saldrá al mundo empoderado y seguro de sí mismo para poder hacer  frente a lo que le pueda suceder. Más bien saldrá temeroso,  inseguro y dependiente.
  • Los niños y adolescentes se rebelan contra nosotros porque actuamos en contra de su naturaleza y de su biología.
  • Un adulto feliz, respetuoso, amable, amoroso y en paz consigo mismo es el resultado de las vivencias de su propia infancia.
  • Necesitamos controlar a los demás y las situaciones de nuestra vida debido a la gran inseguridad interna que sentimos.
  • Es más fácil respetar, confiar y amar a los niños que sanar adultos inseguros y dependientes.

NUESTRA NECESIDAD DE CONTROLAR:

Ejercicio 1 de 6 (del módulo 6 de mi formación online en CCEE): Intenta no querer cambiar y controlar a tu hijo para sentirte tú mejor. Utiliza el malestar que ellos generan en ti para preguntarte:

  • ¿Qué me pasa a mí?
  • ¿Qué siento ahora mismo?
  • ¿Qué necesito yo?
  • ¿Qué me molesta tanto?
  • ¿Con qué estoy conectando?

Empieza a trabajar en ti y veras que NO son ellos quienes están equivocados…

NOTA: ¿Deseas formarte en Crianza Consciente y Educación Emocional?

Esta formación cambiará tu forma de ver y sentir a los niños y te acercará más al alma infantil. Es una formación que nos llevará al corazón y no tanto a la mente. Te ayudará a bajar al sentir todo lo que ya tienes intelectualizado para poder llegar a serlo. Infórmate ahora mismo pinchando sobre la foto.

Hoy puede ser el primer día de tu nueva vida.

Mi formación en CCEE te ayudará:

1   –  A hacerte preguntas nuevas.

2   –  A cambiar creencias limitantes.

3   –  A pensar de otro modo: usando más el corazón que la mente.

4   –  A tomar conciencia.

5   –  A sentir desde otro lugar.

6   –  A tomar acción.

7   –  A tomar más y mejores decisiones conscientes.

8   –  A cambiar actitudes no deseas.

9   –  A crear hábitos nuevos.

10 – A tener resultados diferentes.

Este vídeo es la grabación de una parte de un taller que impartí en Vitoria. Puede que cambie parte de tu sistema de creencias más limitantes al visualizarlo… Es un vídeo muy potente y que seguro no te dejará indiferente.

Comparte este artículo si crees que le puede inspirar a alguien.

Te deseo un feliz día junto a los seres que más quieres.

NOTA: Me llena de alegría que Sergio Fernández de EntrePerros haya hecho una adaptación de este artículo para la educación canina natural y consciente… AQUÍ PUEDES LEERLO: PINCHA

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12 comentarios en “¿Por qué necesitamos controlar tanto a los niños?”

  1. Susie Martin Gonzalez

    Gracias Yvonne por compartir, me ha gustado mucho volver a conectar con el control que ejercemos, volver a tomar conciencia, está bien refrescar la memoria, un abrazo, de gran valor este escrito, Susie.

  2. Yvonne! Intento ser menos controladota, trabqjqr con mis emociones pero caigo siempre en las mismas reacciones, como una curva que se repite. Soy conciente que mi Equilibrio se refleja en mis hijos. Que trabajo! Gracias…te sigo hermosa!

  3. Una duda? Entonces debemos dejar que los niños por sí solos decidan todo? A qué hora dormir, a qué hora despertar, a pesar de que esto afecte con su horario escolar; dejarlos que decidan qué materias estudiar y a qué ritmo, comer a la hora que ellos gusten y lo que quieran, que no esperen reglas de comportamiento en ningún lugar al que asistan o visiten, etc

    1. Javier, creo no has cogido el mensaje verdadero que necesito transmitir… No se trata de que elijan todo, sino de que les tengamos en cuenta y a pesar de que NO puedan decidir validarles y respetarles cuando SÍ sea posible… Por las tardes no están en el cole ni los fines de semana, ni en verano… Quizás podemos sentirles-complacerles-respetarles un poco más en esos momentos… No se trata de que los adultos controlemos, ni de que ellos lo controlen todo… Se trata de SENTIR más a los niños, de COMPRENDERLES más, de RESPETAR más y sobre todo de NO juzgar sus necesidades… Sería estupendo que la mayoría de los niños pudieran dormir y comer cuando su cuerpo se lo pide pero ya sabemos que en esta sociedad es muy difícil… Solo pretendo que tomemos conciencia de como les llegamos a controlar y poder flexibilizarnos allí donde nos sea posible… Un abrazo.

  4. Pingback: ¿Qué entendemos por violencia ACTIVA o PASIVA? - Yvonne Laborda

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