.
Los niños saben por naturaleza que los adultos dedicamos nuestro tiempo y nuestra atención a aquello que para nosotros es realmente importante. Mi pregunta para ti hoy es:
- ¿Cuando eliges estar verdaderamente presente con tus hijos?
- ¿Cuando lo dejas todo para simplemente estar por y para él o ella?
No hay niño en el mundo que no necesite de la presencia de sus padres, principalmente de su madre durante la primera infancia. Estar presente no es simplemente acompañar o compartir un espacio, estar presente es estar por y para los niños con toda nuestra atención, tanto si son pequeños como adolescentes y, de ser posible, con los cinco sentidos. Los niños necesitan de nuestra presencia para sentirse merecedores, valiosos e importantes. Muchos niños nos demandan continuamente, precisamente porque sienten esa falta de atención genuina.
Es como si no se acabaran de llenar, emocionalmente hablando, y tuvieran hambre constantemente. Es un hambre emocional. Un niño necesita llenarse de mamá. Cuando les damos esos momentos valiosos como el oro es cuando todo empieza a cambiar; dar presencia a nuestros hijos es mágico. No nos damos cuenta pero pasan las horas, los días, los meses e incluso los años y no estamos presentes con ellos.
Eso deja rastro en nuestras relaciones. Nos cuesta pararlo todo y simplemente estar presentes un rato, aquí y ahora, compartiendo o haciendo algo con ellos.
- ¿Cuándo fue la última vez que elegiste, repito ELEGISTE, (sin que él o ella te lo pidiera o suplicará) estar presente con tu hijo por el mero hecho de desear pasar un rato juntos?
Solemos estar por obligación y no por elección, y esa es la gran diferencia. Ellos lo perciben y lo saben. A muchos padres y madres nos ahoga estar presentes con nuestros hijos, nos cuesta mucho y necesitamos huir constantemente porque permanecer con ellos nos conecta con nuestro propio vacío: Dar lo que no tuvimos duelo, y mucho. No obstante, dar lo que no tuvimos también nos sanará y liberará Te invito a dar presencia a tus hijos hasta que te duela, sí hasta que te duela. Ya que justo en ese momento empezarás a sanar.
Esta falta de conexión emocional entre padres e hijos es la base de todos nuestros problemas emocionales y conflictos.
NOTA: En mi podcast DIARO DE YVONNE LABORDA: Una madre consciente en el número 16 y 17 hablo en detalle sobre dar presencia y cuanto nos puede llegar a doler. PINCHA AQUÍ PARA ESCUCHARLOS
A veces tenemos la sensación que hemos estado todo el día con nuestros hijos, ¿verdad? No obstante, en realidad lo único que hemos hecho es hacernos compañía, no hemos estado realmente presentes. ¿Ves la diferencia entre hacernos compañía y estar realmente presentes? Lo que nuestros hijos necesitan de nosotras es que estemos presentes en algún momento del día. Y en el mejor de los casos varios momentos al día. Aunque solamente sean 15-30-45 minutos.
Según nuestra madurez emocional (lo que nosotras mismas obtuvimos de nuestra madre…) nos dolerá más o menos estar presentes con nuestros hijos.
¿Qué entendemos por estar, hacernos compañía o compartir el mismo espacio versus ESTAR realmente PRESENTES?
Te doy un ejemplo de algo que hacemos en casa. A veces cada uno de nuestros hijos está en sus actividades, y yo me quedo simplemente observándolos, o me acerco a cada uno de ellos y les ofrezco un vaso de limonada, por ejemplo, o un plato con frutos secos y continúo un rato allí mismo con ellos, sin más, por el mero hecho de estar presente. Elijo estar presente… ¿Me duele? Hasta ahí no. Si tuviera que estar una hora, quizás sí… Pero al hacer esa rueda con cada uno, ellos sienten que estoy ahí por y para ellos. Estoy ahí para ellos, simplemente estoy presente porque lo deseo sin que ellos tengan que pedírmelo o suplicármelo…
¿Cuantas veces damos nuestra presencia sin ganas, sin realmente apetecernos? Lo hacemos porque insisten. Porque su demanda es desesperante. Eso en realidad no sería estar presente por elección, sino por obligación. Y nuestros hijos notan y sienten la diferencia entre elegir estar y sentirnos obligadas de estar. Te invito a estar presente y dar y regalar a tu hijo tu presencia antes de que te la pida.
Otro ejemplo podría ser: si tienes hijos que van al colegio y tienen tareas para hacer, por ejemplo, que no la tengan que hacer solos (aunque ya sean mayores) encerrados en su cuarto, por más que ya la sepan hacerlo. Es enriquecedor y sanador estar al lado de ellos porque nos apetece estar cerca. Cuando ellos sienten que deseamos y elegimos estar con ellos (por y para ellos) les llena el alma y les fortalece su autoestima (más bien no se la lastima) ya que les confirma una vez más:
- TU ME IMPORTAS
- TU PERTENECES
- TU MERECES
- TU VALES
Te invito a que estés (estos días más que nunca) más presente con tu hijo o tu hija, esta misma semana, hoy mismo si puedes. ¿Qué puedes hacer para que tus hijos sepan que estás por y para ellos? Me encantaría que lo compartieras conmigo.
NOTA: En mi podcast DIARO DE YVONNE LABORDA: Una madre consciente en el número 16 y 17 hablo en detalle sobre dar presencia y cuanto nos puede llegar a doler. PINCHA AQUÍ PARA ESCUCHARLOS
Feliz día.