MAMÁ, NO SOY UNA MENTIROSA…

Comparte este post

 

Mamá, los niños y los jóvenes mentimos principalmente por dos motivos:

1- Para obtener aquello que tanto necesitamos…

2- Para evitar aquello que tanto tememos…

Mamá, quizás necesitas que me explique mejor. Si te digo que no me he comido el pescado o la carne en el cole, tu te enfadarás conmigo, o me castigarás, o me harás algo desagradable, ¿verdad? Entonces te miento para evitar tu rechazo y tu incomprensión y tu falta de respeto, de mirada y de amor hacia mi. Te necesito tanto que incluso puedo llegar a mentir para que no te enfades conmigo, ¿me entiendes? 

Otro ejemplo sería este, mamá:

¿Recuerdas el día que fui a dormir a casa de mi amiga Ana? Te tuve que contar que teníamos un trabajo que entregar súper urgente para que me dejarás estar toda la tarde y toda la noche con ella. La verdad es que no era tan urgente el trabajo, pero yo necesitaba estar con mi amiga y tu nunca me dejas quedarme a dormir si no es por un buen motivo. Nos gusta mucho estar juntas, nos lo pasamos muy bien y simplemente querías más tiempo. Tuve que mentirte para poder estar con ella y eso me hace sentir mal por dentro y no entiendo porque tiene que ser así. Sería maravilloso no tener que hacerlo y simplemente poder decirte lo mucho que me gusta estar con ella y lo bien que nos lo pasamos juntas hablando y jugando. Sería fantástico que tu lo entendieras y lo aceptarás. 

Mamá, los niños no queremos mentir. Pero en ocasiones nos vemos obligados a hacerlo. Sois los adultos quienes nos enseñáis a hacerlo porque si os decimos la verdad no hay comunicación, no hay acuerdos, sino castigos, enfados, juicios, críticas y muchas quejas y sermones. Mentimos para evitar todo esto que nos duele tanto. Si nos hablarais con más respeto, con más calma, teniendo en cuenta nuestras verdaderas necesidades, sin tanto grito, ni enfado y pudiéramos llegar a acuerdos… no necesitaríamos mentiros. 

REFLEXIÓN IMPORTANTE: 

Si tu hijo te miente en alguna ocasión, te invito a preguntarte: ¿Por qué se habrá sentido obligado a mentirme? ¿Qué podría hacer yo, de ahora en adelante, para que no sienta la necesidad de mentirme? ¿Qué es tan importante para ella-él? ¿Qué teme de mi? ¿Qué no estoy viendo?

Si nos mienten es porque no confían en nosotros. Y si no confían en nosotros es porque NOSOTRAS no les hemos dado esa confianza. Han aprendido a mentir para poder obtener lo que tanto necesitan y saben no podrán obtener de nosotras, o para evitar lo que tanto temen.

Si te estás preguntando o diciendo que los niños NO pueden tener, ni hacer todo lo que desean todo el tiempo… Es verdad, pero podemos crear un ambiente relajado, seguro, íntimo, libre de juicios, críticas, castigos, amenazas… donde se respiré paz y armonía y dónde haya intimidad emocional para que puedan pedirnos lo que sea que necesitan o desean y llegar a acuerdos a SU FAVOR y no solamente al nuestro. Es vital tener en cuenta aquello que para ellos es TAN importante y no solamente lo que nosotras pensamos es importante o necesario para ellos.

¿Cómo saber si algo es realmente importante? Si es importante para tu hijo, entonces debería también serlo para ti. 

Te deseo un maravilloso vínculo afectivo con tus hijos. 

NOTA: Si te gusta, te sirve y te inspira todo lo que comparto y deseas cambiar aun más tu mirada hacia la infancia puedes formarte conmigo online con mi formación profesional certificada en Crianza Consciente y Educación Emocional (CCEE).

Si necesitas dar un paso más y deseas sanar heridas de tu pasado, también puedo acompañarte en tu trabajo de indagación personal para llegar a ser la mujer que viniste a ser y poder convertirte en la madre que tus hijos necesitan, con mi curso online Sanar la Herida Primaria (SHP) de tu infancia: 

Suscribete a mi newsletter

Cada mes te envío cartas de una madre consciente

 

1 comentario en “MAMÁ, NO SOY UNA MENTIROSA…”

  1. Esa semillita la he logrado sembrar… mi hija no me miente. A veces me oculta algunas cosas suyas porque cree que no las tomaré en serio o haré alguna broma, pero lo estamos conversando y ella está aprendiendo que hago bromas, pero que respeto los límites que ella necesita que yp tenga con sus cosas. Jugamos mucho, hacemos chiste una con la otra, nos reímos, pero ella tiene espacio conmigo para decir qué le gusta y qué no le gusta de mis acciones. Yo le digo que no tengo cómo adivinarlo y que es importante que ella me lo explique, porque a pesar de que es mi hija, es una persona en formación, transformación, y puede estar en alguna etapa que para mí es nueva. Y la verdad es que me encanta el hecho de que no tenga miedo a contestarme y discutir cuando me impongo, porque siente que le he dado voz y que ella sabe defender sus valores, incluso me hace recordar que tendré mucho más de ella si retrocedo un poco.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres saber más?

Cambiar y transformar tu vida es posible... ¡puedes sanarte!

Visita la web del Instituto Yvonne Laborda, aquí podrás vivir y experimentar el cambio que estás deseando

DSC_7004.jpg

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Scroll al inicio
ebook-4-Raices-3.png

Consigue GRATIS mi ebook

Las 4 raíces de Yvonne Laborda
para una Crianza Consciente