NOTA: Esta lectura puede dejarte removida emocionalmente. Puede herir tu sensibilidad y abrir la caja de pandora.
20 reflexiones sobre la relación con nuestra madre.
- Todo nuestro bienestar en infancia y adolescencia dependerá del grado de madurez emocional de nuestra madre y de la capacidad que haya tenido para dar, fusionar y conectar con nosotras y nuestras necesidades.
- La fusión emocional es femenina y vital para la estructura interna del bebé y futuro niño tanto a nivel emocional, intelectual e incluso física. Si quedamos por fuera de dicho registro emocional (si nuestra madre no tiene la capacidad de sentirnos, ni satisfacer nuestras necesidades más básicas) nos podrá invadir un miedo y una inseguridad que nos acompañará gran parte de nuestra vida.
- La distancia que hubo entre lo que necesitábamos (legítimamente hablando-según el diseño humano) y lo que obtuvimos de ella es lo que crea la niña herida-la herida primaria. Ahí quedará el vacío emocional: nuestros miedos, nuestra inseguridad, nuestras dudas, alguna adicción, nuestras reacciones emocionales…
- La imagen que teníamos de nosotras mismas de niñas y, posteriormente, de adultas será a través de la lente de mamá. Lo que ella nombraba era y sigue siendo la verdad para muchas de nosotras.
- Hay muchas madres que nos han dicho que se han sacrificado por nosotras, que nos lo han dado todo, que hicieron todo lo posible para darnos todo lo que necesitábamos. Desde su vivencia puede que haya sido así. No obstante, desde la vivencia real infantil no fue como mamá lo nombra. Su «todo» puede no haber llegado a nuestro mínimo.
- Hay relaciones entre hermanos muy distantes, frías, hostiles y de gran rivalidad debido a cómo nuestra madre nos veía y nos trataba de niños. La desconexión que tendremos de adultas con nuestras hermanas o hermanos no es algo fortuito. Se cultivó en infancia.
- El discurso engañado de mamá a lo largo de toda nuestra infancia ha hecho que ella no tuviera que responsabilizarse de las consecuencias de sus actos o de su falta de mirada y presencia.
- Como no hubo ningún testigo de este discurso engañado en nuestra infancia, ni nadie que nombrara la otra versión de los hechos, la versión vivida desde la realidad infantil fue muy distinta. No obstante, vamos a seguir creyendo lo que mamá nombró a pesar de que todo nuestro cuerpo esté manifestándose en su contra. Alice Miller ya lo dijo en su libro: «El cuerpo nunca miente». Y yo añado: «El cuerpo nunca miente porque nunca olvida».
- Para sobrevivir hicimos lo único que podíamos hacer: Mirar a mamá y complacerla en la medida de lo posible y mandar todo o parte de nuestro ser esencial a la sombra junto con todas las emociones reprimidas de rabia, frustración e impotencia que posteriormente se nos actualizarán precisamente contra la persona equivocada: nuestros propios hijos. Haremos lo que sea por satisfacerla, incluso dejar de ser quien hemos venido a ser.
- El modelo de amor recibido en infancia es lo que buscaremos inconscientemente siendo adolescentes y posteriormente adultas. Vamos a idealizar a mamá y mandaremos nuestras necesidades, pasiones, intereses, miedos… a la sombra. El precio por ser nosotras mismas era perder a mamá. Mamá sólo nos podía ver en la medida que nosotras la mirábamos y la satisfacíamos.
- Lo importante sería ver desde donde actuamos en realidad. No se trata de ser igual a ella o su opuesto (actuar por oposición), sino que se trata de ser nosotras mismas a pesar de quien ella fue.
- Lo más importe o traumático no son precisamente los hechos vividos, sino la soledad con la que tuvimos que vivir nuestras experiencias de niña y adolescente. No tener a quien acudir.
- Muchos de nuestros miedos no fueron tenidos en cuenta ni recogidos ni validados por mamá. Todos esos miedos quedaron sin resolver por tanto los tuvimos que mandar a la sombra (reprimir-negar) para poder sobrevivir. El miedo infantil reprimido y no gestionado ni acompañado por mamá buscará la forma de salir aunque sea de forma desplazada: miedo a conducir, fobia a las arañas, miedo a las alturas, ansiedad, fobias…
- El niño o niña no puede ver o pensar que mamá no es madura emocionalmente o que no ha podido darnos todo eso que necesitábamos. El niño idealiza a mamá, la defiende y la justifica y piensa que si mamá es hostil con él es porque él lo merece. Tendemos a justificar y disculpar a mamá porque la psique infantil no puede quedarse sin la mirada ni amor de mamá. Cuanto peor nos habrá tratado mamá, peor persona pensaremos que somos.
- La forma en que mamá nos ha hablado de la sexualidad y la relación que ella ha tenido o sigue teniendo con su cuerpo nos habrá influenciado mucho en nuestra posterior represión sexual y nuestro libido.
- Si teníamos que satisfacer a mamá, obedecer y ser cómo ella quería que fuésemos no habrá habido lugar para ser nosotras mismas. Cuanta más sombra, más desconexión, más dudas, más inseguridad y más confusión (desorden psíquico) habrá con nuestro verdadero ser.
- Algunas de las emociones reprimidas en infancia (rabia, odio, impotencia, frustración…) y no validadas, ni recogidas, ni nombradas por mamá, se nos actualizarán siendo adultas en forma de reacción emocional automática descontrolada. Tendremos regresiones emocionales las cuales proyectaremos contra nuestros hijos y pareja.
- Una vez podamos tomar conciencia de todo eso que legítimamente NECESITÁBAMOS y no OBTUVIMOS podremos recuperar parte de nuestra sombra (de nuestro verdadero ser-quien vinimos a ser). No olvidemos que lo más importante no es lo que nos pasó, sino cómo esas vivencias fueron recogidas y nombradas por mamá.
- Si mamá pudiera realmente sentirnos y ver el daño emocional, psíquico o físico que nos causó (consciente o inconscientemente), también hubiese podido reconocer y ver el daño que ella sufrió. Si no nos puede sentir es porque, de un modo un otro, está «anestesiada». Esta negación o falta de conciencia de su propia vivencia como niña es lo que hizo que la cadena siguiera una generación más.
- Dar lo que no se tuvo duele pero nos liberará para llegar a ser la madre o padre que nuestros hijos necesitan que seamos. Dar lo que no tuve me sanó y prometí compartirlo. ¿Deseas romper y cortar la cadena, de una vez para siempre, y liberar a tus hijos?
¿Deseas trabajar la relación con tu madre y la dependencia emocional que te dejó?
¿Te sientes insegura a la hora de tomar decisiones?
¿Tienes reacciones emocionales automáticas descontroladas contra tu pareja y tus hijos?
NOTA: Me costó años dejar de depender emocionalmente de mi madre y entender el por qué de muchas de las actitudes en mi persona que no me gustaban y que posteriormente pude cambiar y transformar. Cambiar y transformar mi realidad me liberó para poder llegar a ser la mujer-madre que vine a ser. Hoy puedo decir que estoy viviendo la vida que siempre había deseado.
En mi curso online Sanar la Herida Primaria comparto todo lo que he aprendido, vivido, sanado y mi recorrido profesional. Pongo todo mi SER y mi conocimiento al servicio de todas las personas-familias que quieran o necesiten hacer un trabajo personal de indagación profundo… Ya son más de100 madres-padres-docentes-psicologos-doctores… los que se están sanando y liberando. En el módulo 3 de SHP trabajamos la relación con la madre en profundidad. Puedes inscribirte en cualquier momento del año. Quizás sea tu momento hoy, ahora.
Si aún no es tu momento para este curso, pero deseas trabajarte por tu cuenta, te recomiendo la lectura de «El saber proscrito» de Alice Miller, «Volver a casa» de John Bradshaw y «El poder del discurso materno» de Laura Gutman.
Te deseo un feliz camino de vuelta a casa. Recuerda que NUNCA es tarde para poder llegar a SER y para poder llegar a DAR y AMAR incondicionalmente. Antes de poder dar necesitaremos SER. Solo podremos DAR lo que verdaderamente SOMOS.
31 comentarios en “¿Cómo fue la relación con tu madre? ¿Necesitas sanarla?”
Hermoso.
En mi caso…sólo ver esa foto me duele…
Harto trabajo que hacer.
Se agradecen tus reflexiones
Nati, un abrazo de corazón…
Gracias por el artículo.
Es «nuestra libido» (femenino y sin tildes), no «nuestro lívido».
Bosca, encantada de conocerte… Un millón de gracias por ayudarme… Ya está corregido… El corrector no me lo marcó… je je je.
Un abrazo, bonita.
Thanks, great article.
Bablofi, glad you liked it.
Bueno. Yo mk infancia prácticamente fue un desastre y claro a día de hoy pues soy madre y como tengo en mente lo duro y difícil que fue pues no hago con mis hijos. Mi madre para decir que fue madre la palabra madre es muy grande para ella y ya no sólo eso sino que ella nunca quiso tenerme. Te leo mucho y ahora entiendo el.porque soy asi incluso la.autoestima baja. Incluso me dijo cosas feas que no se le dice a un hijo. Ella me demostró con hechos que poco le importe y que nunca me deseo como hija.
Luli, como lo siento bonita!!!!!!!!!!!! Es complicado y duro… Pero ya no eres esa niña herida… Esa niña habita en ti junto a su Herida Primaria pero ahora te tiene a ti, la adulta. Tu puedes maternarla y darle todo eso que necesita HOY…
Hay madres muy inmaduras emocionalmente hablado y muy discapacitadas emocionalmente, también. Nadie puede dar lo que no tuvo a menos que tome conciencia de TODO eso que le faltó…
Un abrazo bonita.
Yvonne solo un gracias gigantes por despertarme!!! Llevo dias angustiada y deprimida sin saber la causa! Me casé y mi madre se alejó de mi gracias a vos ahora comprendo todo todo todo. Gran trabajao por hacer me llevo esta palabra maternarme! Dios te bendiga Yvonne! ♡♡♡
Jakie, te abrazo y no sabes cuanto lo lamento, pero todo es por nuestro bien… En un tiempo seguro lo podrás ver y sentir así…
que gran descubrimiento, porque definitivamente nunca me sentí amada por mi madre como una hija merece; he tenido pesadillas donde la confronto y le digo lo que siento, hasta he llegado a pensar que fui adoptada, porque nunca me ha querido como debiera….es doloroso, yo la amo y la cuido ahora que está en la tercera edad y me necesita. Pero yo me he convertido en una pésima madre con mis hijos, reconozco lo horrible de mi trato hacia ellos; definitivamente nunca debí ser madre porque soy mala persona.
Miss, has hablado con tus hijos sobre cómo te sientes y cómo te hubiese gustado ser? Es vital hablar y conectar con ellos.
Un abrazo.
Hola, no tengo hijos pero me gustaría sanar ya tengo 34 años y no sé y no me entiendo y me enfado y muchas veces lloro…
Sé que viene todo esto de la infancia mi padre nunca estuvo y mi madre ha sido fría, no quería tener hijos y me tuvo muy joven…
Se que lo problemas que tengo a día de hoy vienen por esta causa, voy a hacer una regresión a ver cómo me va… cómo puedo enderezar mi vida para parar de sufrir…. gracias
Hola Diana, sería maravilloso poder acompañarte desde mi curso online Sanar la Herida Primaria. Es un curso muy potente y está ayudando a muchas madres, mujeres como tu y profesionales… Aquí puedes informarte: https://yvonnelaborda.com/oferta-sanar-herida-primaria/
Un abrazo.
Muchas gracias Yvonne pprtus reflexiones. Has dado respuestas a todas mis dudas. Me siento tan identificada con todo que me llena de alegría saber que puedo cambiar… que no estoy fallada… que no estoy loca o simplemente soy mala. Me alegra saber que tampoco soy víctima, pero que reconociendo aquello que mamá no me dió, porque no pudo, entiendo por qué crecí con tantos conflictos en muchos sentidos, por qué la vida me ha costado tanto. Hoy puedo revertirlo, ppr mis hijos y por mi, pprque pude ponerle palabras a mis sebtimientos y ordenar mi cabeza. Ahora necesito cambiar. Millón de.gracias Yvonne
Hola Yvonne. Tengo dos hijos pequeños y día a día trabajo sobre mi espiritualidad y en ejercer una crianza consciente. Pero quiero preguntarte como puedo hacer para no abandonar totalmente mi vida laboral. Me retiré de tratabajar al tener mis hijos, pero extraño esa faceta de mi vida y me gustaría retomarla a tiempo parcial, pero me da miedo que mis hijos se sientan abandonados. Gracias por tus recomendaciones!
Caty, encantada de saludarte… No sé la edad de tus hijos… Los niños no pueden sentirse abandonados si cuando estás con ellos estás presente y con ganas y compartes… Siempre puedes trabajar pocas horas y dejarlos con alguien cariño, respetuoso y que le apetezca estar por y para ellos…
Un abrazo.
Mi madre me tuvo con 17 años, y fue una madre super agresora y abusiva. De niña y de adolescente me sentía profundamente identificada con mi madre, de tal modo, que sufría intensamente cuando mi madre caía enferma, cuando estaba triste, cuando alguien le hacía daño, cuando parecía que se iba a volver loca, o cuando se comportaba como una niña pequeña. Pero después de la adolescencia, no sé por qué, comencé a odiar a mi madre a muerte, y comencé a acordarme de las agresiones y abusos de toda clase que cometió contra mí. Y aún sigo odiando a mi madre a muerte, pero me gustaría poder comprenderla y perdonarla. Ya tiene 76 años.
Celia, no es necesario perdonar para estar en PAZ, no todo es perdonable. Comprender sí nos puede liberar… Un abrazo.
mi madre siempre esta enfadada todos los Días porque hago cosas a mi madre que no le gusta y por eso no durmiendo bien y por que no hago caso a mi madre
Mar, cuanto siento esto!!!!!! Un abrazo…
Gracias Yvonne por este video, estoy totalmente de acuerdo y me gusta mucho esto de la incapacidad emocional, porque lo vivencio en mi misma con mi hija, cuando tengo alguna respuesta automatica que es como si alguien actuara a traves de mi cuerpo porque yo no queria hacer o decir eso y pum sale solo, entiendo muchas cosas de mis padres siendo madre hoy, pero elijo cortar la cadena, y esto de la incapacidad emocional me ayuda a entender y empatizar, incluso conmigo misma. Todo tu trabajo me inspira muchisimo y me siento muy agradecida de que existas en mi vida! gracias otra vez, saludos, Jimena
Yo he tenido la suerte de tener (y aún tengo) una gran madre… pero estoy padeciendo las nefastas consecuencias de una madre tóxica sobre su hijo a través de mi pareja. ¡Ojalá pudiera leer esto él y llegar a identificarse algún día!
Sonia, se lo puedes leer tu una noche de calma… Un abrazo bonita.
Gracias por tu acompañamiento. Estoy en la etapa que ya no espero cambios, sino reforzar mi postura, defender lo que siento. Dar lugar a los enojos. Comprendí muchos años y me costaba relacionarme ya que debía hacer siempre el esfuerzo de no herirla con lo que sentía, porque podía comprenderla, que hizo lo que pudo. Pero necesité dar lugar al dolor, sobre todo cuando adulta logré poner en palabras enojos, palabras dolientes, maltrato, gritos con insultos, abusos sufridos por amigo de ella, nunca quise sacar el tema porque sentía que la lastimaría. Prefería quedarme con lo positivo, pero en lo cotidiano ella adoptaba una posición de reflexión constante, expresando supuestas teorias y miradas que debian ser las correctas, sin escuchar, sin llegar al menos a cuidar hoy, lo que no pudo cuidar en mi infancia. Al hablar, encontré excusas, reflexiones, necesidad de comprenderse ella, no llegaba a sentir yo, que para luego volver a sentir lo mismo.
Hoy crio sola a mis 2 hijos, somos felices. Pude hablar con mi papá ( separado hace 25 años de mi mamá) y recibir acompañamiento diario. Senti que si tenía eso de mi mamá, aliviaría un poco y recompondria cuidados que necesitaba hoy. Fui a lo concreto, solicite ayuda para cuidar unas horas, un dia a la semana a mi hija mas chica de 7 años, que por su condicion de salud no puede estar al cuidado de cualquiera. No recibi respuesta. Comencé un nuevo año de trabajo y escuela de mis hijos, y ella ahí, en sus redes sociales, ofendiéndose si logro acompañamiento de mi papá y su pareja ( que conoce y protege a mis hijos desde que nacieron) y efendiéndose siempre. Banque infancias de peleas agresiva entre mis padres, con insultos y roturas de cosas de la casa. Pedia por favor que se separen. Me propuse jamas vivir asi, con esa violencia, me propuse el abrazo, el amor, sacar los enojos en palabras y sin Violencia, asi vivo con mis hijos.
Me duele que mis padres sepan quien me abuso, camina tranquilo por las calles y no hicieron nada cuando se los dije. Mi papá llorando me pidio disculpas. Mama reflexionaba sobre esos dias y me ponia en temas que no etan mios, estaba sacando mi dolor escondido 30 años. No me interesaba otra cosa, me sentoa expuesta, nuevamente vulnerable.
Hoy se que alivia un poco, ponerlo en palabras, reconocer lo que me enoja, y dando lugar a ese amor cotidiano, que abriga sin explicaciones, sólo por amor. No lo recibo de mi mamá, lo respeto , por eso me hace bien la distancia emocional.
Durante mucho tiempo decidí quedarme con lo positivo de mis padres y asi me convencía. Pero llego el momento con una gran movilizacion en mi pais para salir a hablar dw las vulneraciones sufridas. Con el sostén y acompañamiento de mis hermanas, nos unimos al lema argentino #nonoscallamosmas pude dar lugar a sacar lo que me angustiaba. Y al no encontrar el maternaje que deseaba, me anime a alejarme. A dejar de forzar una relación en que la indiferencia me dolia. Hoy me siento mas liviana. Poniendo arriba de la mesa lo que me enoja. No pido que cambie, me enfoco en mi. Si me hace mal, permito alejarme. Enseño a mis hijos a dar lugar a lo que nos angustia y no idealizar las relaciones, ni aguantar cosas que duelen, poder decirlas y hacerlas visibles.
Soy Trabajadora Social y acompaño cotidianamente a víctimas de vulneraciones, me siento conectada a cobijar e intervenir para su protección.
Gracias Ivonne .Estoy conociendo tu propuesta, y me siento aliviada.
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Mi padre enfermó y mi madre se quedó a cargo de el y 3 hijos. Mi abuela la ayudó y también nosotros ayudamos. Pero un día conoció a otro hombre y sacrificó todo por él. A mi me dolió mucho. Tenia 10 años y a los 13 tuve anorexia. Desde ese momento mi madre nos habló pestes de mi padre y nos prohibió verlo, mi abuela no estuvo de acuerdo, se quedó pero al final mi madre la corrió. Y siempre ha querido que al señor que nunca se casó con ella lo reconozcamos como padre. Por supuesto no lo ha logrado. Mi hermana lleva 20 años lejos. Mi hermano quien tiene distrofia muscular y yo hemos tolerado muchas cosas, para estar con ella.
Martha, cuanto lamento lo que me comentas… No anteponer los hijos tiene graves consecuencias… Te abrazo bonita.
Que revolución de sentimientos, no recuerdo a mis padres jugando con nosotras, solo abrazos y cosas positivas cuando las calificaciones en la escuela o cole eran altas.. de ahí recuerdo mucho las palizas, las lágrimas, las huellas en mi cuerpo y las comparaciones.. el otro día confronté a mi madre, cuando me pedía “merezco respeto y si te insulto es porque soy tu madre “ me enfurecí y le dije “que yo también merezco respeto “ me temblaba todo cuando se lo dije…
mi hermana murio de cancer en el cerebro cuando tenía 20 años, y jamás pero jamás nos preguntó si nos dolió perder a nosotras nuestra hermana mayor.. lo único que dijo fue “tú ahora eres la mayor y te harás cargo de todo “ 🙁
Ahora con mis hijas lucho mucho con estos fantasmas de las comparaciones y los insultos… en mi casa no hay ella es grande o ella es pequeña.. todos somos iguales, aún debo trabajar mucho con la rabia reprimida que llevo dentro, porque hay días que explotó y cuando eso pasa luego me siento culpable y mala y tonta y que quizás me parezco a todos estos malos familiares con la cual mi madre me comparaba siempre…
gracias por estos artículos buenos, gracias por abrir nuestros ojos a quienes poco amor nos demostraron.
Un abrazo desde Ecuador
Un abrazo a tu niña y a ti Kathy! Gracias a ti por leer y compartir!