¿Dependes emocionalmente de tu propia madre?

Comparte este post

Es vital conectar con las vivencias de la niña que fuimos, pero eso nos puede costar y doler mucho ya que necesitaremos dejar de idealizar, proteger, mirar y defender a nuestra propia mamá. Desde la lente infantil no podemos juzgarla, ni criticarla, no nos está permitido (inconscientemente), porque si lo hacemos es como que nos quedamos huérfanos, la perdemos.

Un niño no puede pensar:

Mi madre no tiene recursos emocionales, es incapaz de fusionar conmigo y por ello no puede conectar conmigo ni darme lo que necesito. Mi mamá es inmadura emocionalmente…

El niño suele proyectar sus carencias y su dolor hacia sí mismo:

“Sino recibo lo que necesito de mamá o me hace daño es que no valgo lo suficiente, no merezco lo suficiente, ni soy digna de su amor…”

Esta actitud de supervivencia nos dejará con una gran dependencia emocional hacia nuestra madre. En el módulo de 3 de mi curso online SANAR LA HERIDA PRIMARIA trabajamos en profundidad cómo la relación con nuestra madre nos ha afectado y nos sigue afectando en nuestras relaciones afectivas, especialmente con nuestros propios hijos y nuestra pareja. Arrastraremos esa dependencia emocional en todas nuestras relaciones afectivas. Nuestro vacío emocional dominará nuestras relaciones, llegando incluso a ser tóxicas, agresivas, abusivas o autoritarias.

En mi adolescencia y juventud recuerdo haber estado muy necesitada de amigas y sentirme muy sola. Cuando hacia una amiga dependía mucho de ella y podía incluso tener envidia si ella tenía otras amigas. En nuestras relaciones afectivas con chicos también podemos llegar a depender tanto del amor y mirada del otro que no podremos soportar el estar solas y saltaremos de una relación a otra o nos quedaremos con alguien a pesar de no estar realmente a gusto ni enamoradas. Siempre será mejor que estar solas. Esta actitud nos puede llevar a aceptar incluso relaciones muy tóxicas en donde nos hacen sufrir. Algunas incluso han utilizado la promiscuidad para recibir ternura. Han entregado su cuerpo a cambio de un poco de mirada, atención o amor.

Nuestras necesidades infantiles de amparo, mirada, protección, contacto, cuidado, respeto y amor incondicional quedaron no satisfechas. Por tanto nos emparejamos desesperadamente necesitadas. Nos emparejamos desde la sombra. Buscamos a alguien que nos llene nuestro vacío. Estamos más pendientes de qué es lo que el otro tiene para darme y no revisamos qué tenemos nosotras para ofrecer al otro.

Nos juntamos desde la carencia y no desde la plenitud. En el módulo 6 de mi curso online SANAR LA HERIDA PRIMARIA trabajamos en profundidad la relación de pareja.

Muchas de nosotras pensaremos, creemos y nos llegamos a convencer (debido al discurso engañado de mamá y papá) que nosotras éramos las responsables (culpables) de todo lo que nos habían hecho o dicho nuestros padres, porque como todo lo hacen (supuestamente) por nuestro “bien”.

Nos castigan, nos premian, nos pegan, nos amenazan, nos humillan, nos juzgan, nos critican, nos obligan, nos prohíben, nos ignoran, nos retiran la mirada… supuestamente por nuestro “bien”. Los niños piensan que si papá o mamá les hacen daño o les generan malestar, es porque ellos han sido “malos” y lo merecen… Eso es lo que cree el niño que es verdad.

Cuanto peor tratamos a un niño, peor persona cree que es.

Aceptar que nuestra mamá no nos protegía, ni nos amó como nosotras verdaderamente necesitábamos duele. La psique infantil no puede aceptar esto y buscará “excusas” para defender, justificar y negar este hecho. Así empieza a forjarse nuestra Herida Primaria.

No obstante, ahora de adultas, ya no necesitamos ese amor (si lo hubiésemos recibo de niñas hoy no lo necesitaríamos). Lo necesitábamos siendo niños y adolescentes. Deberíamos llegar a la adultez llenas para poder a su vez dar amor a nuestros hijos. Pero los hechos nos demuestran que esto no siempre ha sido así: Nos duele estar con nuestros hijos, discutimos con nuestras parejas, dependemos emocionalmente de mamá aun siendo nosotras madres y teniendo nuestra propia familia. Necesitaremos contentarla y hasta nos puede llegar a importar más lo que ella piense que lo que nuestros hijos necesiten o sientan.

La seguimos necesitando desesperadamente y no nos damos cuenta que nuestros hijos son quienes nos necesitan hoy. Si nosotras seguimos mirando a mamá, no podremos mirar (sentir-amar) a nuestros hijos. Para poder seguir mirando y satisfaciendo a nuestra madre tendremos que «abandonar» (emocionalmente hablando) a nuestros hijos y a nosotras mismas igual que hicimos cuando éramos niñas.

Nos ha quedado el vacío, la carencia,  del amor que no recibimos y muchas necesidades no satisfechas. Necesitamos entender que lo que se está proyectando a través de nosotras (nuestras reacciones emocionales automáticas y nuestra dependencia emocional) es el amor incondicional (sin condiciones) que no hubo para nosotras.

Hoy arrastramos esa carencia y ese vacío y lo vemos manifestado en nuestras relaciones afectivas. Si hubiésemos recibido ese amor, ahora que estamos en la etapa de dar, podríamos dar, dar y dar y no nos dolería. Si nos duele, es porque lo estamos dando-creando desde el vacío emocional. Dar lo que no se tuvo duele mucho emocionalmente hablando.

Ya he comentado en otras ocasiones que dar a mis 3 hijos lo que yo no tuve de niña me sanó y prometí compartirlo.

¿Cómo saber el grado de vacío emocional que tenemos? Viendo nuestra capacidad para AMAR y DAR al otro. Si nos duele, si la intensidad de los niños nos supera, si nos ahogamos, si necesitamos huir, si estamos mucho en el hacer, si nos cuesta estar presentes con nuestros hijos, si tenemos reacciones emocionales automáticas descontroladas, si discutimos mucho con nuestra pareja, si hay dependencia emocional con nuestra pareja o con nuestra mamá, si nos afecta lo que los demás (mamá y papá principalmente) piensan o dicen de nosotras hasta el punto de no poder ser nosotras mismas… En ocasiones la opinión de mamá aún nos pesará tanto que no nos permitirá SER quienes vinimos a ser, ni tampoco nos permitirá llegar a SER la madre que nuestros hijos necesitan.

Es vital aceptar nuestra vedad y dejar de idealizar la relación con nuestra madre para poder ser libres para amar más y mejor a nuestros hijos.

Es nuestra responsabilidad como adultas hacernos cargo de la niña herida que aún habita en nosotras para que deje de dominar nuestra vida a través de su Herida Primara.

En este otro artículo comparto 20 reflexiones sobre cómo fue la relación con tu madre y la huella (Herida Primaria) que te ha podido dejar: CLICK aquí para leerlo.

Te mando un fuerte abrazo, bonita.

.

¿Necesitas dejar de depender emocionalmente de tu madre? ¿Necesitas sentir paz y armonía en tu vida? ¿Tu madre te lastimó y aun así necesitas de ella?

Si deseas trabajar en tu escenario de infancia para lograr ser la mujer que viniste a ser, para mi será un verdadero placer poder compartir contigo y andar juntas…

Suscribete a mi newsletter

Cada mes te envío cartas de una madre consciente

 

14 comentarios en “¿Dependes emocionalmente de tu propia madre?”

  1. Y en esos momentos que tus hijos te desquician. Porque aveces yo me siento tan abrumada por ellos. Esos días que me levanto tan cansada que quiero irme lejos. Les amo a mis hijos pero aveces me superan y mucho y levanto la voz. Necesito que se relajen un poco. Es tan duro esto.

    1. Lucia, bonita… Tus necesidades como mujer también son importantes. Es vital que puedas estar a solas un rato o que te relaciones con más madres-mujeres y poder compartir la crianza… Una madre no debería estar todo el día sola con sus cachorros… No son tus hijos el problema, sino tus necesidades no satisfechas… Un super abrazo.

      1. Tengo 31 años, mi madre últimamente me humilla, duda de mi palabra, me llama insecto, falsa, duda de que la quiera y no quiere hablar conmigo pero a veces me acosa con mensajes y llamadas, estoy desesperada, yo la quiero mucho pero siento últimamente que ella a mí no, necesito centrarme en mi familia y no soy capaz de lograrlo .

  2. Tengo 59 años, y nunca llegué a tener hijos, porque la única vez que estuve embarazada, mi madre me llevó a abortar clandestinamente, y creo que a raíz de esa práctica abortiva, a consecuencia de la cual estuve a punto de morir, quedé estéril. Pero sí tengo un compañero, contra el cual dirijo todo el rato mucha rabia y mucho rencor.

  3. Yvonne, excelente tu taller gratuito. Una duda mas, como vas sanando tu niña herida? haciendola consciente no mas?, Muchas gracias por tu generosidad. Un abrazo.

  4. Pingback: ¿Qué entendemos por violencia ACTIVA o PASIVA? - Yvonne Laborda

  5. Mi problema es que mi madre fue niña y mujer maltratada y la quiero tanto que estoy destrozando mi relación de 13 por no emanciparme… mi pareja quiere que vivamos solos y formemos una familia y aunque yo quiera siento que no puedo dejarla sola, que le estaría dando la espalda e ignorando cuando todo lo que necesita es amor y no tenemos mas familia… es muy difícil porque no quiero hacer daño a ninguno de los dos, cuando estoy con el quiero estar con ella y cuando estoy con ella quiero estar con el es una tortura no se que más hacer…

  6. Estoy descubriendo la dependencia que tengo de ella y he llorado viendo tu video xq me reflejo con lo que dices cómo un espejo… necesito sanar esto como sea y necesito que me digas cómo porque mi niña interior no hace más que reclamar a su madre!
    Por favor me gustaría muchísimo que me ayudarás cómo manejar esto xq has dado en la diana con todo lo que has contado,como empiezo…lo necesito xq es horrible vivir así! Espero tu respuesta Yvonne

    1. Hola bonita! Hay personas que no podemos hacer el camino de sanación y transformación solas, necesitamos ordenar y nombrar tu verdad, hechos y vivencias con ayuda de una persona que pueda hacerte de testigo. Yo te puedo acompañar a profundizar en ello a través de mis formaciones online si crees que este es tu momento. Te invito a que revises mis formaciones en la web del Instituto Yvonne Laborda. Encontrarás testimonios muy inspiradores… Si tienes alguna duda, nos escribas un mail.
      Te mando un fuerte abrazo…

  7. Kathering Hernandez

    La mala relación que tengo con mi madre desestabiliza todo mi mundo, no puedo trabajar, me cuesta levantarme tras cada discusión y aunque trato no puedo estar pendiente de mi hija, he llegado incluso a pensar en varias ocasiones que he discutido con mamá que lo mejor sería no vivir más, no he podido tomar el curso SHP pero te leo mucho y escucho tus podcast, intento superarlo pero temo alejarme de mi madre porque pienso que no volveré a verla nunca y no querria sentirme culpable si algo le pasara, pero estar cerca de ella me recuerda que ella negó que su esposo abusó de mi y cuando lo menciono ella dice que solo lo hago para hacerlo quedar mal a él y que no tengo ninguna prueba de que eso realmente me pasó, sus palabras me llenan de mucho dolor.

    1. Hola Kathering, siento y lamento mucho tu dolor. Sé que esto que te voy a decir puede doler aún más o generar cierto rechazo, pero alejarnos de nuestra madre por un tiempo, o en ocasiones para siempre, puede ser la única manera de lograr responsabilizarnos de nosotras, de nuestra vida. Nuestro bienestar y sanación no dependen del otro. Si seguimos mirando a mamá, no podremos mirar, ni sentir, ni amar a otras personas, a nuestras parejas, a nuestros hijos o a ti misma. Dejar ir es lo más difícil que tendrás que hacer en tu vida y también será lo más importante. Dejar de tener conversaciones difíciles con personas que no desean cambiar, incluida tu madre, que no te dieron lo que legítimamente necesitabas y que no logran nombrar, comprender, aceptar o empatizar con tu verdad. Ellos hacen lo que pueden o saber desde su inmadurez emocional. Dejar de estar para las personas que nos causan dolor es esencial. A veces, seguimos mirando a mamá desesperadamente, pero somos nosotras mismas las que nos necesitamos, nosotras y nuestra niña interior herida. Es tiempo de maternarla y dirigir la mirada hacia ti. Comparto contigo este testimonio dirigido a todas las que hemos tenido madres abusivas: https://yvonnelaborda.com/mensaje-para-todas-las-madres-que-hemos-tenido-madres-abusivas/ Espero que te inspire en tu camino y en tus decisiones. Te abrazo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres saber más?

Cambiar y transformar tu vida es posible... ¡puedes sanarte!

Visita la web del Instituto Yvonne Laborda, aquí podrás vivir y experimentar el cambio que estás deseando

DSC_7004.jpg

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Scroll al inicio

Consigue GRATIS mi ebook

Las 7 Creencias más Limitantes sobre
la Relación con Nuestra Madre

ebook-10-pasos-SHPparaPOPUP2.png

Consigue GRATIS mi ebook

10 Pasos para Sanar la Herida Primaria (SHP) de tu niña interior